En el barrio de San Francisco, en Tuxtla Gutiérrez, se resguarda una reliquia familiar con más de 100 años de historia: una imagen mariana de la advocación de la Asunción de María, que cada mes de agosto reúne a decenas de creyentes.
Esta imagen mariana ha sido heredada por más de cinco generaciones. Actualmente, la festividad se prolonga durante tres días, siendo el 15 de agosto la fecha principal en que la comunidad católica conmemora la Asunción de María.
Los allegados a la familia colaboran en la preparación de alimentos que se comparten durante la celebración. Además, destacan el valor simbólico de esta reliquia, ya que sobrevivió a la quema de santos registrada en Chiapas durante la década de 1940.
A lo largo de los años, esta tradición se ha preservado gracias al resguardo de la familia tuxtleca. Se cree que la imagen tiene origen en la época colonial, lo que puede apreciarse en los detalles de la pieza que corona a la Virgen.