El espacio continúa en el centro de la polémica, no solo por las fallas en su infraestructura, sino también por las irregularidades en la venta y manejo de boletos.
El nuevo Palenque de la Feria Chiapas continúa en el centro de la polémica tras su inauguración, no solo por las evidentes fallas en su infraestructura, sino también por las irregularidades en la venta y manejo de boletos, particularmente en los conciertos de mayor demanda como Julión Álvarez y Grupo Firme.
En los primeros eventos denunciaron que el recinto, presentado como un espacio moderno y totalmente equipado, no está terminado. Entre los reclamos más recurrentes se encuentran los palcos inconclusos, baños con instalaciones sin terminar, ausencia de climatización, todo el recinto cubierto de polvo y tierra, afectando la visibilidad, la limpieza y la experiencia general.
La boletera Boletito también ha sido señalada por su falta de transparencia, especialmente en la asignación de espacios preferenciales. De acuerdo con compradores, varios lugares cercanos al escenario aparecían como “agotados” desde el inicio de la venta, pero posteriormente surgían disponibles por vías no oficiales, alimentando sospechas de apartados previos para reventa o para intermediarios.
En el caso del concierto de Julión Álvarez, usuarios reportaron que los lugares más cotizados nunca estuvieron disponibles al público general, pese a que la plataforma aseguraba que la venta era abierta y simultánea.
Uno de los episodios más cuestionados ocurrió con las dos fechas de Grupo Firme: Aunque Boletito reportó que ambas noches estaban totalmente agotadas, el domingo la boletera habilitó nuevamente la compra, evidenciando que sí existían boletos. La reapertura inesperada reforzó la percepción de que se trató de boletos apartados deliberadamente, posiblemente para su venta posterior a precios más altos. Este hecho se convirtió en uno de los argumentos más fuertes de quienes señalan irregularidades en todo el proceso de venta.
A las denuncias se suma la insuficiente capacidad operativa de la boletera, que no permite obtener boletos en formato digital. Todas las entradas deben recogerse físicamente, lo que obliga a los asistentes a trasladarse hasta los puntos de entrega, generar filas y asumir costos de tiempo y transporte.
Para quienes compran desde otros municipios o estados, esta medida resulta especialmente problemática y evidencia un rezago en la modernización del sistema.
Hasta ahora, las autoridades de la Feria Chiapas no han emitido una postura oficial sobre las quejas relacionadas con la obra ni sobre las presuntas irregularidades en la venta de boletos. Mientras tanto, continúan acumulándose testimonios de asistentes que exigen transparencia, una investigación y la corrección inmediata de todas las deficiencias detectadas. El caso del Palenque se ha convertido en uno de los temas más polémicos de la feria, dejando en evidencia problemas estructurales tanto en su construcción como en su operación.