En Los Llanos la quema de cultivos de caña continúa siendo una práctica común, pese a sus graves impactos ambientales, sociales y de salud pública.
Cada año, con la llegada de la zafra, los Llanos de Chiapas se cubren de humo. En municipios como Venustiano Carranza, la quema de cultivos de caña continúa siendo una práctica común, pese a sus graves impactos ambientales, sociales y de salud pública.
Aunque para algunos productores esta técnica representa una forma rápida y económica de preparar la cosecha, especialistas advierten que sus consecuencias son profundas y acumulativas.
La quema de caña libera grandes cantidades de dióxido de carbono y partículas contaminantes que afectan directamente a las comunidades cercanas, provocando problemas respiratorios.
Para especialistas, esta práctica también evidencia una falta de acompañamiento técnico y de políticas públicas que impulsen métodos de cosecha más sostenibles, como la caña verde, que ya se aplica en otras regiones del país.