Héctor Stephen viajó desde Panamá con el sueño de unirse a la Marina mexicana, pero terminó en manos del crimen organizado. Tras su liberación, enfrenta cargos por auto secuestro. Su familia clama justicia: pasó de víctima a encarcelado.
Héctor Stephen partió de Panamá el 18 de abril de 2024, con la ilusión de una nueva vida y oportunidades en México. Su madre, en una entrevista anónima, relató cómo apoyaron su decisión, acomodando sus documentos de estudio, optimismo que desapareció de repente. A partir del 30 de abril, Héctor dejó de comunicarse. Días después, la familia recibió la noticia de que había sido secuestrado por el crimen organizado y recluido en una casa de seguridad en Chiapas.
“Decidimos llegar a México por nuestra propia cuenta, llegar hasta allá y ver qué está pasando porque los vecinos no saben nada de ellos, y decimos viajar, el 11 de septiembre, casi 10 de la noche entra la primera llamada de que ellos están secuestrados”, relató la madre.
La situación fue confirmada cuando miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) llegaron a Panamá buscando negociar la liberación de Héctor, a pesar de que la familia ya había presentado una denuncia en México. Se reveló que Héctor estaba secuestrado junto con otras cinco personas.
El 12 de enero de este año, el joven panameño apareció, pero no como una víctima rescatada, si no que, fue presentado por las autoridades como un integrante del crimen organizado. La ficha de búsqueda inicial que lo señalaba como víctima de secuestro fue reemplazada, y ahora se encuentra en una cárcel de Chiapas, acusado de autosecuestro.
La madre de Héctor asegura su inocencia “yo pido que Panamá presione a la Fiscalía de Chiapas, para que le den la libertad a mi hijo, es inocente”, finalizó.
La familia informa que Héctor padece de problemas de salud cardíacos dentro de prisión.