Encuentran vestigios del último bastión maya en la Selva Lacandona

Escrito el 25/07/2025
Erick Chandomi

El hallazgo fue posible gracias al trabajo del arqueólogo Josuhé Lozada, quien desarrolló un modelo predictivo con base en Sistemas de Información Geográfica, utilizando crónicas virreinales, mapas topográficos y rutas fluviales.

Investigadores creen haber encontrado en la Selva Lacandona los restos de Sak-Bahlán, un antiguo enclave de los mayas lacandones-ch’olti’es y considerado el último bastión rebelde antes de la colonización total de Chiapas.

El hallazgo fue posible gracias al trabajo del arqueólogo Josuhé Lozada Toledo del INAH, quien desarrolló un modelo predictivo con base en Sistemas de Información Geográfica (SIG), utilizando crónicas virreinales, mapas topográficos y rutas fluviales. Con esta herramienta, fue posible identificar una zona concreta entre los ríos Jataté e Ixcán, donde recientemente se han encontrado restos arqueológicos.

Localizan la que podría ser la última ciudad de los lacandones rebeldes de Chiapas, Sak-Bahlán. Foto: Josuhé Lozada, CINAH Chiapas.

El sitio fue registrado oficialmente como “Sol y paraíso. Probablemente Sak-Bahlán” en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos. Los trabajos de campo están a cargo de los arqueólogos Brent Woodfill (Universidad de Winthrop, EE.UU.) y Yuko Shiratori (Universidad Rissho, Japón), con aval del Consejo de Arqueología del INAH.

Sak-Bahlán fue documentado por primera vez en 1695 por frailes dominicos. Según registros históricos, como la carta de fray Diego de Rivas, esta comunidad maya permaneció independiente por más de un siglo, después de la caída de Lacam-Tún en 1586. El sitio fue renombrado como Nuestra Señora de los Dolores tras ser sometido y finalmente abandonado en 1721, siendo devorado por la selva.

El descubrimiento forma parte de un documental producido por Discovery Channel bajo el título Discovering the Hidden Mayan City: Sac Balam, y será también difundido en la revista Chicomoztoc.

El equipo ha realizado ya dos temporadas de campo para mapear el sitio y elaborar pozos de sondeo. Las evidencias apuntan a que podría tratarse efectivamente de Sak-Bahlán, cuya historia representa un proceso de etnocidio hacia los últimos mayas rebeldes que resistieron la conquista.