¿Lo reconoces? Un labrador de edad avanzada fue atropellado cerca de la terminal AEXA. Tras una cirugía riesgosa, el lomito sobrevivió y hoy es cuidado por el personal del lugar. Buscan a su familia, pero ya tiene hogar si no aparece.

Un perrito labrador de aproximadamente una vez años fue atropellado por un colectivo hace algunos días en las inmediaciones de la terminal AEXA , en la capital chiapaneca. Herido, el can ingresó arrastrándose al inmueble, donde el personal del lugar no dudó en auxiliarlo.

“Lo que hicimos fue acercarnos al perrito, ver en qué estado estaba. Y entre todos al inicio cooperamos”, relató Yazmín Hernández, coordinadora del Grupo AEXA. De inmediato, recolectaron fondos y lo trasladaron a una clínica veterinaria, donde le diagnosticaron un fuerte golpe, un desgarre en una oreja y alto riesgo quirúrgico debido a su edad.

Contra todo pronóstico, el lomito fue operado con éxito. Días después, regresó a la terminal donde había sido rescatado, ahora en proceso de recuperación. Desde entonces, los trabajadores de AEXA se han encargado de alimentarlo, llevarlo a su revisión y brindarle un espacio seguro.

“Estamos esperando a que se recupere. El día de mañana tiene una revisión médica. También estamos buscando a su familia, si es que la tiene”, explicó Hernández. El perro no era del todo ajeno al lugar: merodeaba con frecuencia por la terminal y varios empleados solían ofrecerle agua o comida.

Por ello, han difundido su caso en redes sociales y medios locales con el fin de localizar a sus posibles dueños, quienes deberán presentar pruebas como fotografías o detalles específicos del animal, incluyendo las manchas de su pelaje.

Mientras tanto, en AEXA ya le acondicionaron un espacio con cama, medicamentos y cuidados constantes. “Si no encontramos a los dueños, estaríamos felices de adoptarlo. Ya lo conocemos desde antes. Ya es parte de nosotros”, dijo la coordinadora.

La historia ha conmovido en redes sociales, donde los usuarios han elogiado el compromiso del personal que no solo brindó atención de emergencia, sino que asumió con responsabilidad el seguimiento médico y emocional del lomito.

En un contexto donde el maltrato animal y el abandono siguen siendo problemáticos en Tuxtla Gutiérrez y otras zonas del estado, este caso se ha convertido en un ejemplo de solidaridad ciudadana y responsabilidad colectiva.

Además de recordar la importancia de la tenencia responsable de mascotas, la historia muestra cómo la empatía y los actos desinteresados pueden cambiar una vida. El lomito, mientras se recupera, ya forma parte del día a día en la terminal.

Quien lo reconozca o tenga información sobre su posible hogar puede acudir a las instalaciones de AEXA en Tuxtla Gutiérrez o comunicarse a través de sus redes sociales.