Jaime enfrenta el Parkinson con disciplina

Escrito el 25/11/2025
Alerta Chiapas

El diseñador tuxtleco organiza su vida según los efectos del medicamento.

Desde hace tres años, tras un periodo previo de síntomas y diagnósticos equivocados, Jaime Oswaldo Farrera Suárez, de 46 años, vive con Parkinson. Los primeros signos aparecieron en su lado derecho, con rigidez y dificultad motora, situación que lo llevó a consultas donde inicialmente le atribuyeron radiculopatías y problemas en la columna.

“Cuando empecé con la práctica, 33, a los 30, a los 40, a los 63 empecé, pero 5 años empecé divagando, digo que me dicen que era la columna, que era el nervio, muchas cosas menos Parkinson, 5 años, ya cuando fui con un neurológico allá en Ciudad de México fue que me dijo, tú tienes Parkinson, en el hombro no ves nada, o sea es un detalle de un golpe que tienes, pero en sí lo que tú tienes es Parkinson, no te tiene por qué parar la columna, no es la columna, fue prácticamente una hora me regresé de Ciudad de México”.

Indicó que cursa un tipo rígido, sin temblor, con crisis de “estado off” que le impiden moverse por intervalos.

“Bueno, la cuestión conmigo es, tengo un Parkinson que es rígido, o sea, yo no tiemblo, yo no estoy así, yo lo que pasa es que me agarro, me levo mi chiripiolca, me pongo tieso, el lado izquierdo se me apaga, en el argot del Parkinson se llama estado off, se apaga, se apaga, entonces yo estoy acostado, si me agarro en la cama, en la silla, donde me agarre, me quedo parado un rato”.

Oswaldo estudió Diseño Gráfico y que su afición al cómic lo llevó a formarse de manera autodidacta desde la adolescencia. En 2022 sufrió un accidente en motocicleta, tras recuperarse, buscó reinsertarse en el mercado laboral y enfrentó rechazos en entrevistas cuando informó sobre su condición.

Vive con sus padres y su hija, mientras su hijo estudia Medicina en Venustiano Carranza; la madre de sus hijos falleció en junio por cáncer de mama.

Su testimonio se suma al de decenas de pacientes que recientemente denunciaron la retención y negación de tarjetas del programa federal destinado a la compra de medicamentos, presuntamente por parte de la Dirección Estatal de Bienestar.