En la mayordomía zoque de Tuxtla Gutiérrez, el rebozo ha sido por generaciones un símbolo de identidad y respeto, especialmente entre las mujeres priostas que participan en estas festividades religiosas y comunitarias.
Sin embargo, con el paso del tiempo se ha observado una pérdida de respeto hacia el uso del rebozo. Personas ajenas a la tradición lo portan sin conocer su verdadero significado, reduciendo su valor simbólico a un simple accesorio.
Esta prenda tradicional no solo representa elegancia y distinción, sino también un vínculo con la memoria cultural del pueblo zoque.
Para las mujeres de la mayordomía, portar el rebozo implica orgullo, responsabilidad y pertenencia. Un símbolo que merece ser preservado y valorado en su justa dimensión.