Cáncer de mama deja cicatrices, miedo y pobreza

Escrito el 02/10/2025
Eric Ordóñez

Esta enfermedad golpea más allá del cuerpo, la falta de atención integral agrava la lucha de las pacientes en Chiapas. El diagnóstico, cuentan activistas, suele llegar como un golpe seco.

El cáncer de mama en Chiapas no solo deja cicatrices físicas: también hiere la mente, la economía y la vida social de las familias. El diagnóstico, cuentan activistas, suele llegar como un golpe seco.

“A veces el personal de salud ha perdido sensibilidad y les dicen de lleno: ‘tienes cáncer, empiezan las quimios’. Muchas llegan solas y sienten que se les viene el mundo abajo”, relata Griselda Flores Cancino, fundadora de Guerreras con Fe y Esperanza AC.

La carga emocional se multiplica con los obstáculos económicos. Chiapas carece de un centro radiológico especializado y muchas mujeres deben viajar a Campeche, Ciudad de México o Cuernavaca para recibir estudios, siempre acompañadas de un familiar. “A veces no hay medicamentos, ni tomografías; todo es más difícil”, denuncia.

La saturación hospitalaria y la escasez de insumos empujan a algunas pacientes a buscar medicinas tradicionales o terapias alternativas. Flores enfatiza que el acompañamiento psicológico es vital: “Estas mujeres deben hablarlo, deben buscar apoyo emocional. Encontrar un sentido de vida es parte del tratamiento”.

Al iniciar octubre, Mes de Sensibilización contra el Cáncer de Mama, pacientes y activistas recuerdan que en Chiapas la lucha sigue viva y que no bastan los moños rosas: urgen políticas públicas y acciones efectivas para salvar vidas.

Esta enfermedad golpea más allá del cuerpo, la falta de atención integral agrava la lucha de las pacientes en Chiapas. El diagnóstico, cuentan activistas, suele llegar como un golpe seco.
Esta enfermedad golpea más allá del cuerpo, la falta de atención integral agrava la lucha de las pacientes en Chiapas. El diagnóstico, cuentan activistas, suele llegar como un golpe seco.