En Tuxtla Gutiérrez tiene lugar una danza muy peculiar que es dedicada a San Miguel y que estuvo olvidada por más de 80 años.
En la actualidad, esta danza es ejecutada por danzantes tradicionales, que bailan con sones de tambor y carrizo. En esta tienen lugar distintos personajes, que representan la lucha entre el bien el mal.
Esta danza visita las casas tradicionalistas del centro de Tuxtla Gutiérrez. Gracias al pueblo que se sigue identificado como zoque se ha retomado y preservado este legado a través de los años. Esta danza se realiza en vísperas de la celebración de la Virgen del Rosario, unas de las más importantes para esta comunidad costumbrista.