En el tradicional barrio de San Francisco, en Tuxtla Gutiérrez, una familia mantiene viva una devoción centenaria. Se trata de la Virgen del Rosario de la familia Chávez Márquez, una imagen mariana que reúne a decenas de fieles cada primer domingo de octubre.
Esta imagen ha sobrevivido al paso del tiempo y a momentos difíciles, como la quema de santos ocurrida en la década de los cuarenta, cuando muchas figuras religiosas fueron destruidas. Sin embargo, la fe y el resguardo de la familia Chávez Márquez lograron mantenerla a salvo.
Durante la festividad, familias tuxtlecas se congregan para rendirle homenaje, llevando flores, velas y ofrendas a su altar ubicado en el barrio de San Francisco. Aunque en la iglesia católica la Virgen del Rosario se celebra el 7 de octubre, en Tuxtla Gutiérrez esta devoción tiene un sello propio: se conmemora el primer domingo del mes, una costumbre que solo se mantiene viva gracias a la fe y la unión familiar.
Entre rezos, flores y promesas cumplidas, la familia Chávez Márquez continúa resguardando una parte viva de la historia religiosa de Tuxtla Gutiérrez, una muestra de cómo las tradiciones se heredan y se mantienen con el paso de los años.