En Tuxtla Gutiérrez persiste una tradición que proviene de Europa y que ha pasado de generación en generación hasta nuestro días: la butifarra.
En Tuxtla Gutiérrez persiste una tradición que proviene de Europa y que ha pasado de generación en generación hasta nuestro días: la elaboración de la butifarra, uno de los sabores más representativos de Chiapas.
La butifarra se distingue por su receta artesanal: carne de cerdo y especias que le dan ese sabor inconfundible. Pero en Tuxtla, cada familia le ha dado su propio sello.
En barrios y casas tradicionales, las familiassiguen preparando este embutido de forma casera. Más allá de la venta, lo ven como un legado familiar que no debe perderse.
En la capital se realizó este taller en donde se compartió esta receta como parte de las actividades del Instituto Tuxtleco de Arte y Cultura.
Entre tradición y orgullo, la butifarra sigue viva. Un platillo que no solo alimenta el cuerpo, sino también la memoria de quienes mantienen encendida la llama del sabor chiapaneco.