En Chiapas, el teatro vive y resiste. Lejos de los grandes escenarios comerciales, son las agrupaciones independientes las que mantienen encendida la llama del arte escénico.
A diferencia de otras regiones del país, en Chiapas el teatro ha encontrado en los colectivos independientes su principal motor creativo. Espacios autogestivos, muchas veces con recursos limitados, que funcionan como semilleros de talento, pensamiento crítico y reflexión social.
En Chiapas, el teatro no solo entretiene: construye comunidad, identidad y memoria. Gracias al compromiso de artistas y agrupaciones independientes, la escena chiapaneca sigue respirando con fuerza, entre el aplauso y la convicción de que el arte también es una forma de resistencia, pese a la falta de apoyos para la creación de nuevas propuestas.
Desde este espacio hicieron extensiva la invitación para apoyar las propuestas locales, que sobreviven gracias al impulso y la solidaridad del público chiapaneco.
