La globalización y nuevas modas han desplazado la imagen del Niño Jesús, eje central de la navidad para la iglesia católica y sus creyentes.
Para la Iglesia católica, ha iniciado el tiempo litúrgico del Adviento, un periodo de preparación espiritual en el que se invita a reflexionar y disponer el corazón para celebrar el nacimiento de Jesús.
El Adviento comprende los cuatro domingos previos a la Navidad. Durante estas semanas, los fieles acostumbran encender una vela distinta en cada domingo, cada una con un color y significado particular, que simbolizan la esperanza, la fe, la alegría y la paz. Este gesto marca la cercanía progresiva de la festividad navideña.
La Navidad, más allá de su dimensión religiosa, es una celebración que hoy se comparte en gran parte del mundo como un momento de convivencia, esperanza y renovación.