Autoridades confirmaron que se trata de un andador gastronómico, la noticia no cayó nada bien ya que las obras siguen a días de comenzar la Fiesta Grande.
Un proyecto de la Secretaría de Turismo, que presumió en sus redes elCoordinador General de la institución, Segundo Guillén, junto con el aldalde de Chiapa de Corzo, Límbano Domínguez, desató la furia de las y los chiapacorseños, por considerar inapropiado reducir una vialidad por donde de manera tradicional, pasa el santo patrono San Sebastián y los parachicos, que son patrimonio inmaterial de la humanidad.
Sin embargo, este anuncio no ha disminuido el descontento social: al contrario, lo ha avivado. En las imágenes compartidas en las redes sociales se observa a Segundo Guillén recorrer la calle, que quedó reducida prácticamente a la mitad, ante la creación de una un nuevo andador, destacando que dignificará el espacio, mejorará la imagen urbana, impulsará el turismo gastronómico y fortalecerá la economía local.
Tras la polémica generada por la reducción de la calle principal del centro histórico de Chiapa de Corzo, Segundo Guillén, Coordinador General de la Secretaría de Turismo. confirmó que el objetivo de la obra es la creación de un andador gastronómico, proyecto que autoridades municipales han comenzado a promover como una apuesta turística y económica para la ciudad.
Pero para muchos habitantes, el precio cultural es demasiado alto. La intervención se realizó en una calle históricamente utilizada para el paso de santos y danzantes de la Fiesta Grande de Enero, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La reducción del arroyo vehicular y el cambio de vocación del espacio han generado una profunda inconformidad entre ciudadanos que consideran que la obra prioriza intereses turísticos y políticos sobre la tradición y movilidad comunitaria.
En redes sociales, continúan acumulándose opiniones que cuestionan la decisión municipal. Vecinos señalan que el proyecto se ejecutó sin consenso social, sin consulta abierta y sin valorar el impacto que tendrá sobre una de las tradiciones más emblemáticas del estado.
A pesar de que el Ayuntamiento insiste en los beneficios del andador gastronómico, el debate continúa creciendo: por un lado, una administración que presume desarrollo turístico; por el otro, una comunidad que defiende el respeto a su historia, su identidad y sus festividades.
Por ahora, la calle sigue en obra, la fiesta se acerca… y el ánimo ciudadano está, como dicen en Chiapa, “bien bravo”.
